jueves, 24 de enero de 2013

silenciar el mundo para escuchar lo que grita mi interior.

Esperar la presencia de la insitada noche, escuhando el silencio que grita desesperadamente.

Anhelo escuchar un silbido apacible para sentir tu voz.

Solo le pido a la luna que me tome en sus brazos.

Y junto a las estrellas me haga brillar por un momento que parezca eterno.

Hazme indagar con tu ausencia, 

Llena mi alma de tu escaliofriante sequedad.

Y aparecen  las lagrimas como una fuente inagotable de expresiones sin sabores que aumentan

 El deseo de superación  de las miradas ocultas esperando no ser observadas para no mostrar debilidad alguna.

Es el sonido del reloj que angustia mi corazón.

 Pero seras como aquella lluvia en tiempos de sequía.



                                                                               Junto a la aurora de la noche

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